Todos y cada uno de nosotros tenemos un perfil de riesgo particular para cada entidad financiera a la que acudimos en busca de financiación. El perfil de riesgo de un individuo es el resultado de un previo estudio y análisis de la situación financiera el solicitante.
Para obtener el perfil de riesgo, se valorarán los niveles de ingresos, gastos y otras posibles deudas contraídas en otras entidades. También se tendrán en cuenta todas las garantías adicionales que pueda aportar el solicitante.
En definitiva, lo que a la entidad le interesa saber, es cuál es nuestra capacidad de reembolso.