Acostumbrarse a un elevado estilo de vida es muy fácil: comer en los mejores restaurantes, ir de vacaciones, hospedarse en buenos hoteles, vestirse bien, tener joyas, autos de lujo…todo ello, nos proporciona una gran satisfacción.
El problema se presenta cuando las tarjetas de crédito están sobregiradas y lo que ganamos, no nos alcanza para ponernos al corriente con los pagos.
¿Por qué es importante llevar un sano control de las finanzas?
Por más agradable que gastar sea, siempre existe un límite que debemos respetar, si es que queremos gozar de finanzas sanas y tener poder adquisitivo a corto, mediano y largo plazo.
Imaginemos que deseas sacar un crédito hipotecario, no te será posible si tu score es bajo por siempre deber más del 50% en tus tarjetas y no tendrás dinero para hacer frente a los gastos que el trámite requiere como el avalúo del predio y otros gastos notariales.
Incluso, si lograras obtener el crédito te verías en graves complicaciones para tenerlo al día, ya que por más grandes que sean tus ingresos, sin educación financiera no sabrías cómo administrarlos y siempre te verás rebasado.
¿Cómo planificar mis ingresos?
Si realmente te interesa tener un estilo de vida conforme a tus ingresos, te recomendamos seguir al pie de la letra los siguientes puntos:
Establece tus objetivos por orden de prioridad
Si tienes deudas, lo ideal sería trazar un plan a corto y mediano plazo para liquidarlas, una vez que lo logres… comienza por preguntarte cuáles son tus intereses, podrías pagar por una maestría o diplomado que te ayude a subir de puesto, aprender un nuevo idioma, pagar un seguro de vida, de gastos médicos mayores o de retiro.
Si tienes hijos, empieza a ahorrar para su universidad o hazles un fideicomiso, hay bastantes gastos que se pueden cubrir cuando no hay demasiadas deudas y gastos de por medio.
Piensa en el futuro y sobre todo, en las contingencias de las cuales no tenemos ningún control.
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Define plazos límites para alcanzar estos objetivos
Esto tiene que ver, con ponerle una fecha límite a todos tus intereses. Mientras más y mejor planifiques tus gastos e inversiones, harás espacio para algo nuevo.
Si estás ahorrando para abrir un negocio, no dejes que esa idea se alargue, destina un monto mensual específico a esto y pon una fecha de apertura aproximada.
Elimina o reduce los gastos innecesarios
Si eres amante del buen café, lo ideal sería que invirtieras en una buena cafetera, ya que a la larga te saldrá más barato que gastar en cafeterías de lunes a viernes. Si por otra parte, amas comer en restaurantes, está bien darte el gusto pero trata de no hacerlo tan seguido.
Calcula cuánto ahorrarás eliminando todos esos gastos que no son necesarios e invierte en algo mejor.
No gastes dinero en impresionar a otros
No siempre hace falta gastar grandes cantidades de dinero para tener una casa más grande que el vecino, ni tampoco pagar la cuenta cuando todos vayan a comer o vestir de diseñador, al final del día, no hay nada redituable en impresionar a otros o en jugar competencias.
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Antes de gastar en cosas que a la larga no te traerán ningún beneficio, recuerda que llevar un estilo de vida desordenado en las finanzas nos hace perder la paz, no podemos conciliar el sueño, no hay sueldo que alcance para cumplir con los compromisos, las deudas nos agobian y los acreedores nos acosan, no tenemos capacidad de ahorro y podríamos hasta perder todo el patrimonio que tanto nos ha costado construir.